Espíritu festivo

Más allá de la tradicional figura de Santa Clos, este año la decoración navideña apuesta por alejarse de lo predecible e implementar en el hogar un toque de fantasía y misterio.

Así, destacan piezas de duendes, ángeles y personajes del mundo circense, como payasos, que proyectan elegancia y sofisticación.

"Como parte de la tendencia navideña, buscamos nuevas alternativas compositivas y explorar con recursos poco obvios.

"Este año contamos con diferentes colecciones que se adaptan a distintos estilos de vida: desde el adulto contemporáneo que busca reflejar un ambiente formal hasta el joven que se inclina por una estética hippie con símbolos de amor y paz", explicó Rodrigo Flores, representante de una tienda departamental.

El árbol, elemento representativo de la temporada invernal, sobresale por su follaje artificial pintado en combinaciones de colores lila y morado o blanco y plata.

Para decorarlo, predominan llamativas esferas de tela bordada con elementos relativos a dulces y pasteles, así como botas con plumas de ave que complementan la propuesta visual.

"Diseñamos piezas que no son las convencionales. Por ejemplo, pequeños animales o tambores tejidos. La riqueza de un árbol no consiste en repetir lo que todo mundo hace, sino en probar soluciones novedosas.

"La decoración navideña debe empezar a ponerse el último fin de semana de noviembre para que el primero de diciembre ya se sienta todo el ambiente festivo. Lo ideal es retirarla después del Día de Reyes", concluyó Rodrigo Flores.

Calidez estacional

De acuerdo con la arquitecta Mariangel Coghlan, esta Navidad prevalecen los colores sobrios y monocromáticos en plata, oro y naranja. Asimismo, el rojo es un clásico de esta temporada, por lo que continúa en boga.

"En Navidad me gusta proyectar atmósferas acogedoras mediante la adecuada selección de textiles de lana, terciopelo y pana. Asimismo, la iluminación de velas y chimeneas refleja calidez", dijo Mariangel.