Birmania comparte en la ONU su preocupación por la crisis de Rakhine

Naciones Unidas, 21 sep (EFE).- El Gobierno de Birmania compartió hoy en la ONU su preocupación sobre la crisis en la región de Rakhine, con un masivo éxodo de musulmanes hacia Bangladesh, pero aseguró que la situación "ha mejorado" en los últimos días.

Cerca de 422.000 miembros de la minoría musulmana de la etnia rohinyá, según datos de la ONU, han llegado a Bangladesh desde el pasado 25 de agosto huyendo de la violencia desatada en Rakhine.

Ese éxodo comenzó cuando se produjo un ataque por parte de un grupo insurgente de esa minoría musulmana contra puestos policiales y militares birmanos, y las acciones militares posteriores.

"Estamos preocupados por informes de que sigue sin cesar el cruce de musulmanes hacia Bangladesh", reconoció ante la Asamblea General de la ONU el vicepresidente de Birmania, Henry Van Thio, en una intervención que dedicó casi exclusivamente a ese tema.

Van Thio reiteró textualmente algunas de las declaraciones que hizo el martes la líder birmana, Aung San Suu Kyi, en las que aseguró que lamenta "profundamente el sufrimiento de todos los que se han visto afectados por el conflicto".

El vicepresidente también citó a Suu Kyi al asegurar que las fuerzas de seguridad han recibido instrucciones para sujetarse "estrictamente al Código de Conducta", a la vez que condenó "cualquier violación a los derechos humanos y la violencia ilegal".

La ONU ha denunciado que la situación en Rakhine se asemeja a una "limpieza étnica", y ha pedido a Birmania libre acceso y sin restricciones para verificar los abusos cometidos presuntamente contra esa minoría musulmana.

Van Thio aseguró que el problema generado en Rakhine es de una "significativa magnitud", aunque agregó: "Me alegra informar que la situación ha mejorado y no se han reportado choques armados desde el 5 de septiembre".

En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, el vicepresidente birmano aseguró que "la mayoría de la población musulmana" de la región "decidió quedarse en sus localidades", pero expresó la necesidad de prestar la asistencia a todos ellos.

También afirmó que su país está "trabajando duro" para reforzar sus relaciones con Bangladesh, y mencionó llamamientos para la repatriación de las personas que han sido desplazadas y se han dirigido en las últimas semanas al vecino país.