Policía de Phoenix no ha podido verificar el paradero de la niña desaparecida

El Departamento de Policía de Phoenix no ha podido verificar que la niña hispana que padece de leucemia y su madre la sacó de un hospital sin autorización, está se siendo tratada en México, tal y como lo declaró su familia.

"Nosotros no hemos podido confirmar dónde está Emily y si está recibiendo atención médica, por lo que la seguimos buscando", dijo hoy a Efe el sargento Steve Martos.

El oficial dijo tener conocimiento de las declaraciones del padre de Emily, de 11 años, Luis Bracamonte, en las que asegura que su hija está recibiendo cuidados médicos en México.

"Mientras nosotros no podamos verificar esta información, nosotros tenemos la obligación de seguir buscando a Emily, hasta que sepamos que efectivamente se encuentra bien", enfatizó Martos.

Indicó que la familia se ha rehusado a cooperar con la Policía de Phoenix y no les ha proporcionado la información del lugar exacto en México en el que supuestamente se encuentra la menor.

"El padre dice que Emily está en México, pero quizás pueda continuar en Estados Unidos, no lo sabemos", dijo.

El agente dijo que actualmente el único interés del Departamento es verificar que la niña se encuentre bien y que su vida no corra ningún peligro, aunque no descartó la posibilidad de que en un futuro los padres podrían enfrentar cargos.

Por su parte, el padres aseguró que su esposa, identificada como Norma Bracamontes, decidió sacar a Emily del centro médico por el trato recibido en el Hospital de los Niños en Phoenix, donde recibía quimioterapia por la leucemia que padece y donde se le colocó un catéter en el corazón.

Bracamonte, de origen mexicano y residente legal de este país, dijo a medios nacionales que su hija se encuentra bien y que no estaban contentos con el tratamiento que recibió su hija, ya que una infección provocó la pérdida de su brazo derecho.

También aseguró que la familia estaba preocupada por la cantidad de dinero que se estaba acumulando en la cuenta de la menor.

La Policía en Phoenix emitió un llamado a la comunidad la semana pasada después que la madre de Emily la sacara del hospital con el catéter aún puesto en su corazón, algo que aseguran los médicos puede provocarle una infección mortal.