Inmigrantes reclaman fin de deportaciones y reforma migratoria en Washington

Trece inmigrantes y peones rurales, que han recorrido 1.600 kilómetros en caravana desde Florida, reclamaron hoy en la capital estadounidense que el presidente Barack Obama cese las deportaciones y que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral.

"Haremos sentir nuestra presencia para recordarle al presidente Obama la promesa que ya ha hecho dos veces de promulgar una reforma integral de la inmigración", dijo durante una conferencia de prensa Tirso Moreno, coordinador general de la Asociación de Peones Rurales de Florida.

Moreno y otros diez activistas partieron hace 18 días desde Florida y a lo largo del camino se sumaron otros dos militantes que, en dos camionetas y un automóvil y un presupuesto que asigna cinco dólares por comida, recorrieron estados poniéndose en contacto con grupos de trabajadores migrantes.

Los activistas ya se han reunido con el senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, y han gestionado una reunión con el senador republicano Marco Rubio, de Florida. Esta tarde, indicaron, tendrán reuniones con el personal de la Casa Blanca.

"Los hispanos son los nuevos 'negros' de este país", afirmó Daniel Barajas, representante de la coalición "Adelante con su promesa", que toma el tema de la campaña electoral de Obama "Adelante" (Forward).

"Éste no es un asunto de uno u otro grupo, es un problema de derechos humanos", añadió Barajas, al recordar que con el gobierno de Obama "han habido más deportaciones que con cualquier otro gobierno".

"Los mismos políticos que, antes de las elecciones, vienen y nos hablan de los valores familiares, y elogian los valores familiares de los inmigrantes, después se olvidan", se quejó Barajas.

En el discurso de ayer durante su segunda investidura, dijo Barajas, "el presidente Obama no se comprometió con la reforma de inmigración pero al menos mencionó el asunto".

"Lo urgente, ahora, es que cesen las deportaciones hasta que se resuelva el problema", afirmó el activista.

Durante su acostumbrada rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo hoy que Obama ha hablado de la reforma migratoria en las últimas semanas y "ha dejado en claro su intención de actuar sobre este tema tan importante temprano en su segundo mandato".

"Y él mantendrá ese compromiso. No tengo un calendario programático, pero pueden tener por seguro que él avanzará sobre el tema", afirmó Carney.

En los cuatro años del primer mandato de Obama las autoridades estadounidenses han deportado a casi 1,6 millones de personas, un promedio de 32.800 por mes, comparado con un promedio mensual de 20.900 durante las presidencias de George W. Bush, y un promedio mensual de 9.100 durante los ocho años del gobierno del presidente Bill Clinton.

Imelda Hernández, de la Asociación de Peones Rurales de Florida, recordó que Obama y su esposa Michelle "tienen dos hijas, y ¿cómo se sentirían ellos si los separaran de sus hijas a la fuerza?".

"Hay padres y madres que se van a trabajar y son arrestados", explicó Hernández. "Los chicos están en la escuela, no saben lo que pasa, vuelven a casa y no saben qué pasa".

"Hay niños y niñas que los mandan a México u otro país cuando deportan a sus padres, pero los chicos son estadounidenses y se criarán sin siquiera aprender inglés", agregó Hernández.

"Es tiempo de que nos escuchen", reclamó Miguel Bernal, también de Florida y del grupo "We Count" (Nosotros contamos). "La 'migra' separa a las familias, no tienen compasión. Vienen y detienen a las personas porque tienen que cumplir sus cuotas, pero no piensan en el sufrimiento que causan".

En agosto de 2012, la Administración Obama puso en marcha la llamada "acción diferida" que suspende la deportación de jóvenes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran niños, siempre y cuando estén estudiando y no tengan antecedentes criminales, entre otros requisitos.