Yerberias: ¿Costumbre o clandestinaje?

Una llamada anónima reportando la venta clandestina de fármacos controlados en yerberias locales puso al descubierto una práctica que es común e ilegal entre hispanos.

A raíz de la denuncia, la policía de Mesa realizó una investigación encubierta que tuvo un año de duración, la cual, hasta la semana pasada, resultó en el arresto de 13 personas acusadas de vender ilegalmente drogas prescritas procedentes de México, y de un sujeto que presuntamente fungía como el distribuidor de la mercancía prohibida.

Entre los detenidos figuran propietarios y empleados de varias localidades de las yerberias El Renacer y Los 3 Amigos, ubicadas en Mesa, Phoenix, Tempe, Scottsdale y Tolleson.

La policía confiscó miles de cajas de pastillas de viagra, valium, amoxicilina, pentrexil, entre otras, según el sargento Tony Landato, vocero del Departamento de Policía de Mesa.

La adquisición clandestina de antibióticos y de una amplia variedad de drogas prescritas en algunos centros herbolarios es algo típico entre miembros de la comunidad hispana, reconocieron autoridades de la policía, de la Junta Estatal de Farmacéuticos de Arizona y la propietaria de una yerberia que no está involucrada en este caso.

"Son sustancias ilegales como cualquier otra. Si las posees (o) vendes...estás violando la ley", aclaró Landato.

Muchos consumidores hispanos acuden a las yerberias con la intención de comprar remedios herbolarios, medicamentos naturistas y en algunos casos medicinas controladas procedentes de sus países de origen.

Marta Socarras, portavoz en español de la Junta Estatal de Farmacéuticos de Arizona, mencionó que esta popularidad se debe a que muchas personas se sienten más confiadas acudiendo a estos centros de medicina naturista que a una farmacia.

De acuerdo con Norma Noriega, propietaria de yerberias San Francisco, es común que a sus establecimientos lleguen clientes preguntando por antibióticos.

"Nosotros nunca hemos vendido cosas ilegales, está prohibido vender medicina de prescripción sin receta", aclaró.

El negocio de Noriega tiene 22 años de presencia en el Valle del Sol. Actualmente cuenta con siete localidades en las ciudades de Glendale, Chandler, Phoenix y Mesa.

Ella aseguró que la venta clandestina de antibióticos es algo que no solamente afecta a los negocios que cometen el ilícito, pero principalmente a las personas que los consumen sin tener un diagnóstico médico.

"Nosotros solo vendemos cosas naturales por la misma razón. Los antibióticos no solo combaten la infección sino que disminuyen las defensas del sistema inmunológico", mencionó.

De acuerdo con Socarras, el problema con la automedicación de antibióticos es que la persona que los consume crea inmunidad en su organismo para tratar infecciones en el futuro.

"El riesgo es muy alto", señaló Socarras.

"Prefiero dormir tranquila que ganar diez dólares más con algo ilegal", dijo Noriega.

De acuerdo a Landato la investigación sobre la venta clandestina de antibióticos y otras drogas prescritas en yerberías del Valle sigue abierta, por lo que no se descartan futuras redadas a este tipo de negocios.

La Junta Estatal de Farmacéuticos tiene un grupo de inspectores que monitorea a las yerberias para detectar la venta clandestina de fármacos.

Sin embargo, es muy limitado su campo de acción debido a que los operadores de las yerberias son cautelosos al recibir las auditorias, dijo Socarras.