Exjefa de inteligencia colombiana se entregará a la Justicia, asegura su abogado

Bogotá, 30 ene (EFE).- La exjefa de los servicios de inteligencia colombianos María del Pilar Hurtado, acusada de delitos relacionados con un supuesto espionaje a periodistas, magistrados y políticos, decidió entregarse a las autoridades tras conocer que la Interpol expidió una circular roja en su contra, aseguró hoy su abogado.

"Dice que está en Panamá; conversé con ella, me dijo que tenía intención de entregarse a las autoridades, pero no conozco más detalles", explicó su defensor, Jaime Camacho, a varios medios de prensa colombianos.

El abogado aseguró que en esa conversación no se especificó dónde se entregaría, ya que "ese tipo de decisiones se toman de manera personal".

Camacho añadió que pedirá que se absuelva a Hurtado, acusada de delitos relacionados con el supuesto espionaje mientras fue directora del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), durante el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).

Su argumento se basará en que las interceptaciones "fueron unas actividades de inteligencia no imputables a ella".

"No hay acusación por interceptaciones telefónicas. Hay actividades de inteligencia que la Fiscalía juzga ilegal", subrayó.

La Interpol añadió en las últimas horas la orden de búsqueda prioritaria contra Hurtado a su página web, donde especifica que la Justicia colombiana la busca por los delitos de concierto para delinquir agravado, peculado por apropiación, falsedad ideológica en documento público, violación ilícita de comunicaciones agravada y abuso de función pública.

Tras conocer la orden de detención internacional, una fuente oficial panameña confirmó a Efe que la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Migración de ese país buscan a la exfuncionaria para entregarla a Colombia "conforme a las normas jurídicas establecidas".

Hurtado está en paradero desconocido en Panamá, tras perder el año pasado su condición de asilada, que se le concedió en 2010, y rechazársele una petición de refugio, y quedó indocumentada después de que Colombia le canceló su pasaporte.