RAMALA, Cisjordania - Los palestinos celebraron con vivas, se abrazaron y sonaron las bocinas de sus coches después de que las Naciones Unidas aprobaron el jueves concederles, al menos formalmente, lo que habían anhelado por años: un estado propio.
En la ciudad de Ramala, Cisjordania, cientos de personas se aglomeraron en la plaza principal, donde ondearon banderas palestinas y gritaron "Dios es grande" tras la votación en la Asamblea General de la ONU.
La Asamblea General aceptó a "Palestina" como estado observador no miembro con 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones.
La decisión no modificará de inmediato las vidas de las personas en la región, porque buena parte de lo que el organismo mundial ha definido como el territorio de ese estado _Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental_ continua bajo control de Israel.
Sin embargo, muchos palestinos disfrutaron el reconocimiento que les ha concedido el organismo mundial.