Que BCE supervise la banca, primer gran paso

FRANCFORT, Alemania - La Unión Europea dio el jueves un primer gran paso para impedir que los bancos en problemas vuelvan a costarle miles de millones de euros a los contribuyentes y arrastren las finanzas de los gobiernos de la región.

Al término de una reunión maratónica, los ministros de Finanzas de los 27 países de la UE acordaron el jueves conceder al Banco Central Europeo la facultad de supervisor bancario tanto para los 17 países que utilizan el euro como para aquellos países ajenos al euro pero que deseen incorporarse a la región.

El supervisor, que tendrá su sede en el BCE, tendrá el poder de retirarle la licencia a un banco, investigar las instituciones crediticias y sancionar a aquellas que no se ajusten a las reglas.

Si el Parlamento de la UE aprueba la decisión, el supervisor bancario podría comenzar sus actividades en marzo y aumentar gradualmente sus responsabilidades hasta que funcione totalmente un año después.

Se cree que un supervisor central único es esencial para ayudar a Europa a protegerse de crisis bancarias futuras. El supervisor intervendrá rápidamente cuando los bancos comiencen a presentar problemas y lo hará más rápidamente que el actual sistema de 27 autoridades nacionales del sector, que a vece son excesivamente protectoras de las instituciones locales.

La medida también allana el camino para permitir que el fondo de rescate de emergencia de 500.000 millones de euros (653.850 millones de dólares), el Mecanismo de Estabilidad Europeo, preste dinero directamente a los bancos en problemas y no a través de sus gobiernos.

Esta medida es crucial para ayudar a Europa a superar su actual crisis financiera y romper el vínculo entre los bancos y la deuda soberana. Cuando un banco tiene problemas financieros, solo puede solicitar rescate a su propio gobierno. Debido a que los bancos son esenciales para mantener el funcionamiento de la economía, los gobiernos tienen la tentación de rescatarlos, pero este proceder puede causar estragos en las finanzas gubernamentales.

El círculo vicioso bancos-gobierno fue un factor importante en el agravamiento de las finanzas de los países como España, Grecia, Irlanda y Chipre.

Garantizar las pérdidas bancarias contribuyó a la crisis de las finanzas estatales de Irlanda y obligaron al país a buscar préstamos de asistencia de otras naciones de la zona del euro y el Fondo Monetario Internacional.