Cataluña fija 2014 para votar consulta separatista

MADRID - El futuro gobierno catalán fijó 2014 como fecha para celebrar un polémico referendo para separarse del resto de España en uno de los mayores desafíos a la actual estructura del país ibérico, se informó el martes.

La coalición nacionalista de derechas Convergencia i Unió y el partido independentista de izquierdas Esquerra Republicana de Catalunya cerraron un acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años cuyo eje vertebral es la consulta que Madrid considera ilegal y que ya ha dicho en repetidas ocasiones que no permitirá.

El pacto entre las dos formaciones, tradicionales enemigas políticas y ahora aliadas, prevé aprobar una ley de consultas en 2013 y celebrar el referendo a lo largo de 2014. Aunque ambas partes se reservaron la posibilidad de retrasarlo de mutuo acuerdo por causas justificadas.

Ese año también está previsto que Escocia vote en referendo su independencia del Reino Unido, aunque en este caso se trata de un convocatoria pactada entre Londres y Edimburgo.

No se hizo pública la teórica pregunta de esa consulta ni el futuro estatus que se quiere dar a Cataluña. La constitución española prohíbe a las autonomías convocar referendos sobre la arquitectura del Estado. De celebrarse, deben ser organizados por Madrid y votados por todo el país.

Además, la Unión Europea ha advertido en el pasado que la independencia de una región que forme parte de cualquiera de los 27 estados miembros supondría su expulsión automática del bloque.

Tanto Convergencia como Esquerra siempre han dado por hecho que la sociedad catalana está a favor de independizarse de España, pero las encuestas demuestran que el apoyo a la secesión no es ni mucho menos abrumador y en el mejor de los casos alcanza el 50%.

No obstante, este pacto garantiza un nuevo mandato al actual presidente catalán y líder de CiU, Artur Mas, que está dispuesto a perseverar en la apuesta tras el debate de investidura previsto para el jueves y viernes.

Después de solo dos años en el poder y tras una masiva manifestación independentista el 11 de septiembre, Mas convocó elecciones anticipadas el 25 de noviembre para encabezar lo que llamó un gran proceso de "transición nacional" y pidió una mayoría excepcional. Sin embargo, las urnas lo dejaron muy lejos de esa mayoría y aunque ganó los comicios con 50 escaños, perdió 12 representantes con respecto a 2010.

A pesar del mal resultado y el avance de las fuerzas que defienden el actual "statu quo" de Cataluña como parte de España, Mas optó por buscar el acuerdo con Esquerra, la otra fuerza independentista de la cámara, que con 21 escaños le garantiza la mayoría absoluta para gobernar.

Al margen de la consulta, Cataluña enfrenta una complicadísima situación económica. Mas ha defendido una dura política de recortes a la que se opone frontalmente Esquerra, aunque los dos partidos también dicen haber encontrado puntos de encuentro en materia económica.

Cataluña es la región más rica del país, pero también la más endeudada y ya ha comenzado a recibir dinero de un rescate de casi 7.000 millones de dólares pedido a Madrid para pagar sus facturas y evitar la bancarrota.