España: fiscalía indaga en trama corrupta el PP

MADRID - Recibido con insultos y abucheos por una decena de manifestantes, el ex tesorero del gobernante Partido Popular testificó el miércoles ante la fiscalía anticorrupción sobre los presuntos pagos bajo la mesa a dirigentes del partido, incluido el presidente Mariano Rajoy.

Luis Bárcenas abandonó la sede de la fiscalía tras varias horas de interrogatorio sin hacer declaraciones y entre gritos de "chorizo" (ladrón).

Bárcenas fue citado después de que el diario El País le atribuyó la autoría de unos supuestos apuntes manuscritos contables del Partido Popular (PP).

Los documentos de El País, publicados la semana pasada, recogen casi 20 años de una presunta contabilidad alternativa con retribuciones sistemáticas bajo la mesa a dirigentes del PP, incluido Rajoy. El dinero de esos pagos procedía supuestamente de donaciones anónimas de empresas privadas, constructoras en su mayoría.

Tanto Bárcenas como el PP han negado la veracidad de las informaciones y la existencia de una contabilidad bajo la mesa.

Rajoy insistió el lunes en Alemania que los documentos son falsos. El opositor Partido Socialista ha pedido al jefe de gobierno que dimita.

El caso Bárcenas, una de las muchas investigaciones de corrupción política en España, ha despertado en un amplio sector de la población el sentimiento de que los políticos se enriquecen con total impunidad mientras la sociedad paga la crisis y el desempleo con subidas de impuestos y fuertes recortes, incluso a la educación.

Como reflejo de ello, miles de estudiantes se manifestaron en las principales ciudades del país en protesta contra la reforma de la ley educativa del gobierno.

Las marchas se produjeron en la segunda de las tres jornadas de paros convocados por los alumnos de la escuela secundaria pública en todo el país.

Los estudiantes consideran que el proyecto del gobierno, todavía en fase de negociación, impone nuevos recortes que favorecen la educación privada sobre la pública.

En el último barómetro de opinión del público Centro de Investigaciones Sociológicas, conocido el miércoles, los españoles volvieron a situar a la clase política en general como el tercer gran problema del país, solo por detrás del desempleo y la crisis económica.

La encuesta, sobre 2.500 entrevistas, fue realizada antes de estallar el escándalo que salpica al PP.