Protestas degeneran en choques en Egipto

EL CAIRO, Egipto - Las fuerzas egipcias de seguridad lanzaron el viernes chorros de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes que les arrojaban piedras frente al palacio presidencial en El Cairo, durante una jornada en que ocurrieron choques en varias ciudades del país, como parte de las protestas contra el presidente islamista Mohamed Morsi.

Las protestas son parte de una oleada de actos encabezados por la oposición durante las últimas dos semanas. Muchas manifestaciones han degenerado en enfrentamientos callejeros.

Más de 70 personas han muerto y centenares han resultado heridas durante los hechos de violencia, que constituyen un nuevo episodio de derramamiento de sangre y turbulencia política en el país.

La oposición egipcia exige a Morsi la formación de un nuevo gobierno de coalición, así como la apertura de una investigación sobre la muerte de manifestantes durante los últimos meses. Demanda también garantías de que las próximas elecciones parlamentarias sean equitativas y libres.

Asimismo, los opositores quieren que Morsi forme una comisión para enmendar la constitución que recién adoptó el país, la cual fue redactada por un panel encabezado por los islamistas y aprobada en diciembre pasado, durante un controversial referéndum.

Algunos de los manifestantes van más allá, al exigir que Morsi deje el cargo. Acusan además a la Hermandad Musulmana, el grupo fundamentalista al que pertenece Morsi, de monopolizar el poder y de no atender las crecientes preocupaciones nacionales.

Miles de personas llevaron sus exigencias a las calles de ciudades de todo el país el viernes, con banderas egipcias y fotos de manifestantes muertos. Las multitudes corearon "abajo con el régimen del guía", en referencia al guía supremo de la Hermandad, Mohamed Badie, quien según sus críticos es quien detenta en realidad el poder, por encima de Morsi.

Frente al palacio presidencial de El Cairo, un lugar que ha sido escenario de enfrentamientos constantes desde finales del año pasado, los manifestantes trataron de cortar la alambrada de púas colocada en la puerta principal que lleva al recinto, y encendieron bengalas en el perímetro. La policía antimotines respondió prontamente con cañones de agua y gases lacrimógenos, mientras los manifestantes lanzaban piedras.

La violencia estalló también en Kar el-Sheij, unos 180 kilómetros (110 millas) al norte de El Cairo, donde la policía antimotines chocó con los manifestantes frente a las oficinas del gobernador Saad el-Husseini, miembro de la Hermandad Musulmana.

En el puerto de Alejandría, frente al Mediterráneo, los manifestantes arrancaron un cartel de la Hermandad y lo quemaron frente a las oficinas del grupo, mientras las autoridades arrojaban gases lacrimógenos para dispersar a la muchedumbre frente a la oficina del gobernador.