Cruda batalla por aeropuerto en el norte de Siria

BEIRUT, Líbano - La lucha por el segundo aeropuerto más grande de Siria se intensificó el sábado en momentos en que las fuerzas gubernamentales intentaban revertir los recientes avances estratégicos de los insurgentes en el noreste en su búsqueda por derrocar al presidente Bashar Assad.

Las fuerzas de Assad y la oposición armada se encuentran en un impasse en Alepo desde julio cuando la ciudad, la más grande en Siria, se convirtió en un importante campo de batalla en el conflicto de dos años y en el que según las Naciones Unidas han perdido la vida al menos 70.000 personas.

La insurgencia lleva meses intentando capturar el aeropuerto internacional.

Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres, dijo que la lucha actual se ha concentrado en una sección de una carretera que une el aeropuerto con Alepo, el centro comercial de la nación.

Los alzados interrumpieron el tránsito en la carretera, que el ejército utiliza para el transporte de efectivos y suministros a una base militar dentro del complejo del aeropuerto. La insurgencia ha logrado en las últimas semanas otros avances en la lucha para tomar el complejo, como la captura de dos bases del ejército ubicadas en la carretera que conduce hacia el aeropuerto.

Los rebeldes también controlan grandes franjas de territorio en las afueras de Alepo y vecindarios completos dentro de la ciudad, que se divide entre zonas manejadas por el régimen y otras que controlan los insurgentes. El sábado, el ejército lanzó una ofensiva contra los baluartes de la oposición en las afueras de Damasco en un intento para desalojar a los rebeldes de las zonas que rodean la capital.

El viernes, las fuerzas del régimen dispararon tres misiles contra una zona en poder de la insurgencia en el este de Alepo. Los proyectiles dieron contra inmuebles y causaron la muerte de 29 personas, según el observatorio.

El grupo inicialmente informó de 14 fallecidos en el ataque en el que al parecer se utilizaron misiles tierra-tierra. Algunos cadáveres fueron recuperados de entre los escombros de los inmuebles dañados.

Los recientes avances de los rebeldes en los suburbios de Damasco, combinados con fuego rebelde de obuses y tres días consecutivos de ataques con morteros a principios de la semana constituyeron el desafío más sostenido en el corazón de la capital, asiento del poder de Assad, desde que comenzó la guerra civil.

El estallido de un coche bomba cerca de la sede del gobernante Partido Baath en Damasco dejó 53 civiles muertos y más de 200 heridos, según la prensa estatal. Los activistas contra el régimen establecieron en 61 la cifra de muertos.