Miami, 17 may (EFE).- Luis Alberto Restrepo, el director de la telenovela "Las muñecas de la Mafia", siempre quiso ser una especie de Scheherazade masculino y, como la protagonista de "Las mil y una noches", contar cuentos fascinantes, que mantengan a los televidentes pegados a la pantalla.
"Desde muy joven, lo que me interesó fue contar historias; presentarle al público una trama interesante, que de alguna manera lo lleve a pensar, a reflexionar, a considerar algo en lo que quizás no había pensado", dijo a Efe el director de otra telenovela que ya es un clásico del género, "Sin tetas no hay paraíso", donde exploró el mundo de la obsesión con la imagen y la adicción a la cirugía estética.
Ahora, con "Las muñecas de la Mafia", que se trasmite en la cadena hispana Telfutura, Restrepo explora un mundo más oculto y peligroso: el de las esposas, novias y amantes de los grandes jefes del nacotráfico.
"Me gustan los temas fuertes. Corrupción, machismo, mafia. Hay historias que le llegan a uno, y ésta fue una de ellas", señaló Restrepo, que nació en Medellín, Colombia, pero creció en Bogotá, donde estudió Filosofía y más tarde incursionó como guionista de televisión.
"Las muñecas de la Mafia" cuenta la historia de Braulio Bermúdez (Fernando Solórzano) el mafioso más poderoso del barrio "El Carmen", y Lucrecia (Amparo Grisales), su esposa.
A simple vista, Lucrecia es la esposa sumisa, que usa todos los recursos a su alcance -cirugías, masajes, ejercicio- para mantenerse bella y agradar a su hombre. Su lucha descarnada porque ninguna otra le quite su puesto -y los privilegios de ser la esposa del patrón- revelan la violencia emocional y física a la que se someten estas mujeres.
"Es el mundo de la mujer objeto, víctima de la cultura mafiosa, la mujer atropellada por el machismo", apuntó Restrepo, quien señala que aunque muchas de estas mujeres caen en esta vida por ignorancia, la realidad es que en muchos casos son víctimas voluntarias.
"La mujer, tanto como el hombre, se enloquece con el dinero fácil y entra a un mundo del que después no puede salir", expresó.
Uno de los aspectos más fascinantes de esta producción, de acuerdo con el director, es que todas las historias están inspiradas en casos de la vida real.
"Los guionistas, Andrés López y Juan Camilo Ferrán, salieron a la calle a entrevistar personas. Los casos que nosotros presentamos no se basan en una persona específica, son una combinación de muchas historias reales; eso los hace, en mi opinión, más interesantes y devastadores", señaló. "Sorprende lo común que son estas situaciones. Cuando grabas en un pueblo muchas personas se te acercan, te comentan".
Para Restrepo, más allá del sufrimiento real de estas mujeres, "Las muñecas de la Mafia" refleja una tendencia muy peligrosa en la sociedad.
"Es un fenómeno del dinero, de los hombres que están acostumbrados a que el amor se compra", apuntó. "El dinero es una atracción sexual muy fuerte. Estamos en una sociedad que hace a mucha gente frágil ética y moralmente. Entonces esas personas se pierden en estos mundos, sin entender qué están haciendo", aseguró.
Restrepo, que ha dirigido documentales sobre los desamparados y la prostitución masculina, entiende que aunque el tema es fuerte, es importante presentarlo de una forma amena, que atrape al público. Es por eso que el humor, el suspenso y el amor no faltan en "Las muñecas de la Mafia".
"No creo que una serie pueda transformar el mundo, pero sí es importante que estos temas se hablen. Una obra dramática, como una telenovela, llega a la gente de una forma más visceral que si leen la nota en un diario, esto hace que reflexionen", señaló. "Pero, al final, 'Las muñecas de la Mafia' no es otra cosa que una historia realmente fascinante".
El director Luis Alberto Restrepo en una imagen de archivo. EFE