Miles de niños hispanos
recibirán este fin de semana un regalo de Navidad como parte de la
celebración de la fiesta "El Milagro de la Calle 31", que ha
repartido más de un millón de juguetes desde que comenzó a
celebrarse hace más de cuatro décadas.
"Este año estamos celebrando nuestro 42 aniversario", dijo a Efe
Ramón González, fundador y organizador del evento que espera esta
fin de semana a unos 10.000 niños, el 90 por ciento de ellos de
origen hispano de familias de bajos recursos.
"Para muchos niños, éste es el único regalo que podrían recibir
esta Navidad", señaló González, quien cada año se viste de Santa
Claus para llevar alegría a los niños y entregarles a cada uno su
presente.
"La mayor satisfacción es ver sus ojos y sus caras iluminarse
cuando ven la muñeca, o la bicicleta, o su primera pelota", relató
el hispano.
Este evento comenzó cuando González, un trabajador retirado,
gastó 125 dólares de su propio dinero para comprar juguetes y comida
que repartió entre sus sobrinos y los niños de su barrio en la calle
31, en la ciudad de Tucson.
"La primera vez fue algo muy pequeño, al año siguiente lo
repetimos, y el siguiente y el siguiente, pero poco a poco llegaban
cada vez más familias con sus niños", relató.
Debido a esta respuesta, comenzó a buscar la ayuda de amigos,
familiares y voluntarios para poder seguir llevando felicidad a los
niños del barrio.
El evento ha crecido en tal magnitud que familias de todo el
estado de Arizona, e inclusive de México, llegan a esta fiesta para
recibir un regalo.
"Hace unos años un hombre se me acercó y me abrazó, me dio las
gracias y me dijo que yo le había dado su primera bicicleta, me
alegra haber sido parte de su infancia", aseguró González, quien
junto con su esposa Carmen ultiman hoy los detalles de la fiesta que
se llevará a cabo este sábado en las instalaciones del Teatro AVA,
en el Casino del Sol, en Tucson.
Por primera vez en más de cuatro décadas "El Milagro en la Calle
31" se llevará a cabo el 22 de diciembre y no el 24 como usualmente
ocurría.
"Decidimos cambiar la fecha en gran parte por mi familia ya que
en 42 años no he pasado un 24 de diciembre completamente con ellos,
después llegamos tan cansados a la casa que no tenemos ni ganas de
cocinar", explicó el organizador del evento.
Preparar un evento tan grande no es tarea fácil, por lo que
González junto con su esposa y voluntarios trabajan arduamente todo
el año buscando donantes para recolectar y comprar todos los
juguetes que necesitan.
"En los últimos años la tarea se ha vuelto más difícil, sobre
todo, por la mala economía", dijo el organizador que agregó que el
alto desempleo, especialmente entre familias hispanas, también
significa que más niños acuden a la fiesta navideña en busca de un
regalo.
Desde las primeras horas de la mañana mucho antes de que
comiencen el evento las familias comienzan a hacer fila para poder
entrar y participar de la celebración, la cual también incluye
comida y música.
"Nuestra meta es que ningún niño se vaya sin recibir por lo menos
un regalo y hasta ahora lo hemos logrado", finalizó González quien
aseguró que mientras tenga fuerzas continuará preparando esta fiesta
navideña.