La influencia de las culturas mesoamericanas (las que se desarrollaron en el centro y sur de México y Centroamérica) en la región suroeste de Estados Unidos data de al menos 500 años a.C. Existen registros históricos que evidencian relaciones comerciales entre ambas regiones. La relación de Arizona con el sur del Continente Americano y las culturas que se desarrollaron antes, durante y después de la colonia española, es estrecha y antigua.
La influencia cultural de los latinos en Arizona se remonta a los primeros colonos que se ubicaron en este territorio antes de que Arizona fuera anexado a la Unión Americana.
La cultura de un sector poblacional está directamente ligada a sus raíces; éstas fueron las que se asentaron en Arizona con el flujo migratorio que aumentó a mediados del siglo XIX.
La búsqueda por fortificar el vínculo con la identidad latina data desde los primeros asentamientos poblacionales en la zona y la motivación de expresar la experiencia colectiva de ser mexicoamericano o latino, buscó manifestarse al crearse grupos artísticos que exploraban la música, artes plásticas, teatro, cine y literatura.
Estas manifestaciones fueron visibles desde los primeros frescos pintados en iglesias católicas como en la Misión San Xavier del Bac en Tucson, en compañías de teatro a finales de los 1800 (Teatro Lírico, Teatro Cervantes o Teatro Carmen), así como en la música como el Club Filarmónico de Tucson, Orquesta Navarro, los Music Makers de Pete Bugarín, el Mariachi Changuitos Feos o el Mariachi Cobre, éste último fundado en 1971 y que fue la primera agrupación profesional en este género musical en el estado.
También muchos escritores latinos influenciaron la literatura de la región, específicamente con más fuerza después de la Segunda Guerra Mundial. El arte escrito (poesía, ensayo, cuento, novela, guión teatral, etc.), fue determinante en la búsqueda de exponer las raíces y la experiencia de ser mexicoamericano.
Entre algunos escritores reconocidos se encuentran Amado Robles Cota, Carmen Beltrán y Mario Suárez (primer latino en ser publicado en Arizona Quaterly).
Durante el Movimiento Chicano, en la década de los 60 y 70, muchas casas editoriales prestaron mayor atención a autores latinos como Octavio Romano (El espejo) y Miguel Méndez (Peregrinos de Aztlán), bastión de la literatura chicana en el suroeste de los Estados Unidos.
También destacan Gary Keller, (Tales of el Huitlacoche), Patricia Preciado Marín y Alberto Ríos, Margarita Cota-Cárdenas y actualmente Stella Pope-Duarte y Eduardo Barraza, entre otros.
Del mismo modo, la industria cinematográfica en Arizona experimentó auge a partir de la década de los 40 ya que era menos costoso producir filmes en el estado que en California u otros lugares.
El cine era una gran fuente de diversión así como una ventana informativa al resto de la nación y el mundo; entre los cines tradicionales en Arizona se encontraba el Orpheum, Rex, El Azteca, en Phoenix, o el Plaza, en Tucson.
Películas como "The Gunfight at OK Corral" (1957), "Easy Rider" (1969) 3:10 to Yuma, Charro! (1969) o "Stagecoach" (1939) fueron realizadas parcialmente o en su totalidad en Arizona y ampliamente disfrutadas por audiencias de todo el mundo.
No obstante existen filmes, como los realizados por el cineasta local Paul Espinoza o Dan Devivo, que abordan mediante documentales, temas migratorios y contextos fronterizos.
Las expresiones artísticas revelaron mucho de los valores ideológicos y culturales que forjaron la comunidad desde sus inicios, exponiendo orgullo en las raíces, así como el lugar en el que se asentaron.
Desde los barrios hasta los ranchos, en zonas rurales o centros urbanos, las poblaciones tanto mexicoamericanas como latinoamericanas, encontraron canales de expresión que fueron determinantes en la formación de la identidad arizonense.
En los 70 las artes plásticas en Arizona explotaron con el MARS (Movimiento Artístico del Río Salado y Xicandindio, en 1975, con Zarco Guerrero, y los murales comenzaban a ser un canal expresivo en Tucson con Antonio Pazos como impulsor. Otros artistas plásticos emergentes del Movimiento Chicano fueron Raúl Guerrero, Patssi Valdez y Gaspar Enríquez.
Muchas de las organizaciones artísticas latinas en Arizona estuvieron ligadas desde sus inicios a movimientos político y sociales y por la defensa de los derechos civiles de la comunidad latina como MECHA, CPLC, Valle del Sol, Barrio Youth Project, Friendly House y más recientemente The Rise Project, organización que instruye arte a jóvenes en áreas con desventaja económica.
Estas organizaciones fueron cuna de artistas y abrieron las puertas para un nuevo entendimiento de la cultura latina en el estado. Hasta la década de los 60, cuando inició la lucha por los derechos civiles de los latinos con el Movimiento Chicano, los artistas plásticos en el estado sólo eran reconocidos por pintar los escenarios de obras teatrales o afiches de las mismas.
Sin embargo, con la lucha por los derechos civiles el arte urbano comenzó a aflorar.
En la actualidad, existen más de una centena de murales pintados por latinos en Tucson y Phoenix (y toda su área metropolitana), así como en otras ciudades importantes de Arizona.
En la vena de Pazos, continúan existiendo vanguardistas dentro de la expresión muralista -actualmente en apogeo- gracias a artistas como Lalo Cota, Pablo Luna, El Mac, El Moisés, Breeze y Gennaro García, entre otros.
Del mismo modo, existen artistas que no han incursionado en el formato mural y que de igual manera destacan en sus propios estilos como es el caso de Claudio Dicochea, Fausto Fernández, Ceci García, Adam Cooper-Terán, Daniel Martínez Díaz, Marco Albarrán y Martín Moreno, entre otros.
Durante finales de los 1800 y principios del siglo pasado, en el teatro surgieron compañías como Teatro Cervantes, El Lírico, Teatro Recreo o Teatro Carmen en Tucson. Luego se formaría Borderland Theater que abordaba temas de inequidad social para luego evolucionar a cuestiones más existenciales o conflictos del individuo.
Ahora existen compañías como Teatro Bravo!, New Carpa Theater, Teatro Wirrárica o Teatro Meshico en Phoenix, las cuales producen obras con las mismas características, no obstante profundizando en el individuo y su posición en la sociedad contemporánea.
Del mismo modo en la industria de la música se conocen agrupaciones e individuos que han recibido reconocimiento nacional como Larry Hernández, Mariachi Batiz y Mariachi Fuego Del Sol, Fatigo, Shining Soul, Fayuca o Snow Songs.
Actualmente la cultura latina en el estado está tan arraigada a él como en el principio, evolucionando constantemente, creando puentes con otros sectores poblacionales, evidenciando la huella histórica de la presencia latina y las contribuciones al estado y el país.
En este marco fue que galerías de arte, museos, y centros culturales comenzaron a albergar arte latino en dichos establecimientos, así como gobiernos locales comenzaron a ofrecer su apoyo.
ALAC, CALA, Centro Cultural Calaca y Xico, Inc., entre otras organizaciones, promueven el arte de creativos que representan su entorno cultural y la identidad que evoluciona conforme el estado se diversifica y se proyecta hacia otros estadios del siglo que avanza