La celebración del centenario de nuestro estado me ha hecho reflexionar sobre la historia de nuestra comunidad a través de estos cien años. Sin duda hemos cambiado social y políticamente, pero nuestros valores familiares y el amor por nuestro país, cultura, tradiciones y fe, se han mantenido intactos. Nuestra comunidad ha perdurado y prosperado a pesar de los sufrimientos causados por el racismo, el abuso y la codicia gracias al valor de personas que se han enfrentado a estas injusticias. Se crearon diversas organizaciones y movimientos para luchar por los derechos de nuestra gente. El más importante fue el Chicano Movement, un esfuerzo nacional y coordinado durante los años sesenta creado a partir de la lucha librada por los líderes chicanos contra la segregación, la discriminación y la falta de oportunidades para los mexicoamericanos que intentaban obtener una buena educación y mejores empleos.
Arizona desempeñó un papel clave en el movimiento. Southwest Council of La Raza, ahora National Council of La Raza, nació en Phoenix. Cesar Chavez, Maclovio Barraza, Graciela Gil Olivarez, Joe Eddie y Rosie Lopez, Guadalupe Huerta, Ronnie Lopez, Alfredo Gutierrez y muchos otros que lo dieron todo, fueron importantes y valiosos ejemplos del calibre de los líderes de nuestro estado.
También fue muy importante el invaluable apoyo que recibimos del sector empresarial, y de personas que pertenecían a otras comunidades y provenían de otros orígenes, tales como, Gene Rice, Bob Mathews, Don Bliss, el diputado Mo Udall, Mark DeMichael, el diputado John Rhodes, el gobernador Bruce Babbitt, el concejal Calvin Goode, el pastor Warren H. Stewart, y muchos otros.
El éxito del Chicano Movement puede medirse de muchas maneras. Organizó el movimiento social más grande nacido en los Barrios. Cambió la forma en que el país percibía a nuestra comunidad. Llevó a la formación de sindicatos y persuadió a los legisladores de cambiar las políticas, lo que permitió a nuestra gente ingresar en instituciones laborales, gubernamentales y académicas.
Nuestras familias ahora tienen acceso a atención médica, viviendas accesibles, programas educativos y financiamiento comercial a través de organizaciones comunitarias, instituciones de desarrollo financiero comunitario y otros programas gubernamentales. Hay latinos en posiciones de poder, incluidos funcionarios electos o aquellos que trabajan en grandes corporaciones, son propietarios de negocios y se desempeñan como educadores y abogados. El éxito del Chicano Movement fue derribar todas las barreras. Hoy somos parte intrínseca de Arizona y de la nación.
Los desafíos sociales que experimentamos en Arizona hoy en día no son muy diferentes de los que vivimos en el pasado. Los ataques a la comunidad latina, en especial a los inmigrantes y a nuestros valores religiosos, son sofisticados y están alentados por nuestros propios sistemas legislativos y judiciales, así como también por grupos extremistas que engendran el miedo y el odio hacia nuestra comunidad.
Pero a pesar de estos ataques, la comunidad latina florecerá.
Según el censo estadounidense de 2010, la población de Arizona ha alcanzado los 6,392,017 habitantes con 1,445,632 residentes en Phoenix solamente. De los 6 millones de residentes en Arizona, el 29.6 por ciento es de origen latino. Los datos de la Arizona Hispanic Chamber of Commerce indican que entre el 2000 y el 2020, el crecimiento de la población hispana en Arizona superará al de la población no hispana de origen caucásico en alrededor de 2 a 1. Esto conlleva al crecimiento económico dentro de nuestra comunidad. Los estudios también muestran que Arizona es uno de los 10 estados con la participación hispana en el mercado más grande. A pesar de los niveles de ingresos promedio notoriamente menores, los hogares hispanos gastan más en comestibles, servicios de telefonía, vestimenta y calzado. Además, los hispanos gastan una proporción mayor de su dinero en comer en restaurantes, en su vivienda, servicios públicos y transporte, según Shelby Publishing. Nuestras contribuciones ayudan a enriquecer al estado de Arizona y NOSOTROS continuaremos siendo una parte vital de esta gran nación de inmigrantes.
Vivimos en el mejor país del mundo. Sí, Arizona tiene sus fallas, que con el tiempo se corregirán a través de nuestro sistema democrático. Así que como arizonences, comencemos los siguientes 100 años con un nuevo movimiento latino, cuyo valor central sean nuestras experiencias, sacrificios y sabiduría para construir un Arizona donde la familia sea lo principal. Podemos trabajar para lograr un Arizona que respete la dignidad humana de cada persona, un Arizona que mida el éxito económico al crear oportunidades para todas las familias, sin importar su momento en la vida. Podemos crear un Arizona que respete la libertad de credo y consciencia, un Arizona que eduque a nuestros hijos para dirigir nuestro estado y nuestro país basados en su amor por la familia.
El ya fallecido escritor y filósofo británico G.K. Chesterton dijo una vez: "Cuando las personas comienzan a ignorar la dignidad humana, pronto comenzarán a ignorar los derechos humanos".