Cuando hoy el presidente Barack Obama se dirija al Congreso durante su informe sobre el Estado de la Unión, su mensaje buscará recuperar el carisma y liderazgo presidencial que se desdibujó mientras tendía la mano a un liderazgo republicano que le ha negado su apoyo en sus casi seis años años de presidencia.
Diversos políticos advirtieron que en esta ocasión no se conformarán con simple retórica sino que demandarán acciones concretas, por ejemplo poner un alto a las deportaciones de cientos de miles de indocumentados mientras se decide la suerte de un proyecto migratorio.
Algunos congresistas como la demócrata por Nueva York, Yvette Clarke, lamentaron que Obama no haya hecho un uso más discrecional de sus poderes como sí hizo el ex presidente, George W. Bush, para detener la campañas de deportaciones.
"No estamos pidiendo aquí que no se detenga o deporte a criminales. Estamos pidiendo que no se deporte a gente que es honesta y trabajadora que puede beneficiarse de un proceso de regularización", consideró Grijalva.
Tanto como Grijalva como Clarke enviaron una carta al presidente Obama para demandarle una respuesta concreta durante su mensaje sobre el Estado de la Unión de hoy. En este mismo sentido, el líder sindicalista Eliseo Medina reapareció ayer para anunciar una nueva campaña de ayunos para impulsar una reforma migratoria que, por primera vez, parece contar con el respaldo de demócratas y republicanos, aunque con distintos enfoques.
Un grupo de inmigrantes indocumentados, entre ellos la mexicana Estefanía García, fue convocado por legisladores estadunidenses para asistir al mensaje de Obama. García vive en Illinois y es una de las beneficiadas por el programa de acción diferida. Miembros de la administración reconocieron que Obama relanzará su agenda que pasa por una lucha contra la pobreza, una apuesta más decidida contra el calentamiento global, por los derechos civiles de la comunidad gay y a favor de las mujeres.